Un refugio en Jaizkibel

El monte Jaizkibel, como todo el territorio, ha sido ocupado desde el paleolítico. Nuestro interés por el mundo subterráneo nos ha llevado a buscar en este monte, cavidades y abrigos que servían de resguardo y cobijo.

Muchos de los abrigos que hemos encontrado tienen unas acanaladuras por todo el borde. Estos entalles tenían dos funciones: Evitar que el agua de lluvia escurriera por las paredes al interior del abrigo y que todo ese agua canalizada se pudiera recoger para utilizarla.

Ayer sábado realizando una prospección encontramos un abrigo amplio con restos de muro bajo y hogar. Estaba orientado hacia el este, y en el costado norte presentaba las típicas acanaladuras para el agua, pero esta vez eran diferentes.

La funcionalidad de los canales es clara, evita que el agua de lluvia escurra al interior del abrigo, sin embargo, se observa una intención que va más alla de la mera utilidad.

En esta fotografía se puede observar cómo el canal de la izquieda recoge el agua de una oquedad y la canaliza al morro.

Sin embargo se puede observar el detalle del hocico y algunas marcas laterales que definen fisonomía y quizá crin o pelo. Además, se puede observar que el agujero que definiría la boca parece estar tallado.

Habrá que ir cuando llueva para ver cómo desagua la figura…